«Coraline» es una obra maestra del cine de animación stop-motion, destacada por su estética inquietante y su narrativa profunda. La película, producida por Laika, sobresale por su innovadora técnica de animación, que le confiere una textura visual única. La historia de Coraline explora temas complejos como los peligros de la perfección y la importancia de enfrentar la realidad, a través de un mundo paralelo que oculta oscuros secretos. Aunque se le compara con otras grandes películas de animación, «Coraline» se consolida como una obra fascinante y relevante, que ha dejado una marca indeleble en el género.